jueves, 8 de julio de 2010

Que vaina...



Miren a ver si yo estoy mal que ni pude cambiarle la letra a la canción de Cindy, bueno mal no, deprimida es la palabra correcta, pero que conste en el expediente que me alegro de mi dolor, ta bueno que me pase , por no saber decir que no…
No sean mal pensados que los conozco , resulta que el proyecto de Induveca me dejo rellenita, ahora, mi sueño es, ponerme como estaba, ósea menos rellenita.
Llena de ilusión y con el firme propósito de llevar mi dieta ( mis vacaciones que se aproximan)me mando en bola de humo donde la doctora, graso error, esa mujer estaba aburría el día que me atendió.
Con su cara entruña me dice: Cuanto es que tu mides? déjame ver, se queda mirando la evaluación y chuipea…
Con la misma cara de ahorita me dice: tu tienes que rebajar¡¡¡
Anja, y a que se creía ella que yo fui???
Entonces, arquea la ceja izquierda y me suelta otra pregunta que mas bien parecía un boche: Dime que es lo que tu comes? Seguido de un: y no me hables mentiras, que es peor para ti.
Me recompongo y con la honestidad como bandera y la boca llena de sinceridad arranco a enumerarle todas las linduras tan saludables que ingerí durante todo un mes y medio.
Ahí cambio el truño por otro rostro (que por cierto me gusto mucho menos que el anterior) y me dice: Pero bien estas tu, porque si es verdad que tu te comiste todo eso lo tuyo es grande.
Se quedo callada por un rato meneando la cabeza en negación total, escribió una cosa en la computadora y le luego llamo a la recepcionista y le pidió que la imprimiera , todo eso con el mismo truño…
Cuando me pasa mi dieta, medio se sonríe de lao, esa fue la primera señal, que golpe, es mas, yo creo que me pregunto que yo comía, para hacerme una maldad.
Paso seguido, leo la bendita dieta… Señores cuanta iniquidad existe en le mundo y esta hasta la pague yo, mi misma, les juro que ni cuando yo estaba chiquita, digo, mas bien, con menos edad, yo comía tan poco.
Con los ojos aguados salgo para el super, estaba segurísima de que en mi casa no había nada de lo que ella puso en ese papel.
Cuando me vi pagando en la caja por esos productos, no me lo creía, eso era comida como para un conejo (a dieta por supuesto).
Ay yo si he sufrido¡¡¡, con el agravante de que en mi casa, toditos son unos hijos del tumulto que nada mas esperan que uno este pasando por una situación tan delicada pa comenzar a inventar, señores mi mama sufre de la presión y del colesterol y esa barbaraza ayer en la noche preparo un viaje de fritos verdes con costillitas y yo nada mas escuchaba desde mi habitación: Pásame el catchup, les digo, la gente de mi casa no muere en su cama.
Y yo en llanto, lo que me tocaba cenar era: una ilusión de pechuga de pollo con dos trapos de tomates sazonados con un chininin de vinagre de manzana.
Para no darle mente a mi situación critica, me puse a ver la tele, anja, me estaban esperando aparentemente, tres comerciales de corrido invitándome descaradamente a ser feliz: 2 de McDonalds y Olive Garden, el mundo se acabo para mi¡¡¡
Bebe agua, bebe agua, para olvidar mis penas (ahhh, no lo había dicho, pero resulta que tampoco puedo ingerir bebidas alcohólicas por mas chiquito que sea el vaso), cuando yo no pude mas me acosté, que creen, como a las dos horas me levante con un deseo loco de comer dulce, yo no como eso¡¡¡ les juro que el dulce no me mata, pero vaya usted a saber de lo que es capaz un alma en pena, y como el que vive en allá abajo no duerme ni de noche, resulta que Rina acababa de llegar de Miami y nos llevo caramelos a la oficina (los cuales no toque y se los guarde a mi sobrinita), ustedes se imaginan verdad¡¡¡ me comí dos Tootsie uno de vainilla y otro de limón y le eche mano a una paleta con mas nombres que el diantre Toosie Roll POP, que cuando la mordí (si, y que? yo muerdo las paletas, algún problema con eso y también las meto en un vaso con agua fría) tenia una vaina pegajosa por dentro con sabor a chocolate mas malo que el flu y ahí mismo me bajaron dos lagrimas, como es posible que una mujer tan entregada como yo pierda la compostura de esa manera y con dulces¡¡¡¡
Me tiro en la cama a dar gritos, con todo ese dinero que invertí en una consulta y en super y todo para nada, para acabar rendida ante unos dulcitos viejos (el mismo día que inicie la dieta) que para colmo ni tan buenos estaban (anja, eso lo digo ahora). La Vida es dura¡¡¡
En fin, llame a la doctora en la mañana, le conté el episodio (yo no iba a sufrir sola) y me dijo que continuara la dieta por esta semana, que cuando me toque revisión, ella va a ajustar algunas cosas y me dijo: pero tu no me dijiste que te gustaba el dulce¡¡¡
Pero será un espíritu, claro que no me gustan los dulces¡¡¡¡, digo, no es que no me ajuste algo dulce un mal día, pero insisto, no muero por ellos…
Que vaina y pensar que yo quería asquerosear a Shakira, voy a tener que bajar el perfil, pero solo un poco…

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