martes, 24 de junio de 2008

Koko wa doko desu ka? Katia Duvergé desu:Segunda parte

Nota: Favor de leer ordenadamente, el de abajo va primero....

Cuenta el Archivo de Las Indias, que en Julio del 2003, llego a Tokio: Katia Duvergé

En fin, llegamos a un lugar totalmente desconocido en algún lugar de la ciudad de Tokio, me desmonto del taxi, me bajan la maleta y me depositan cual paquete en el lobby del instituto donde viviría durante los próximos tres meses.

Creo que la falta de mi cajetilla de Marlboro Rojo agravo un tanto la situación, del counter sale una individua como en risa y me dice: Konnicchiwa (ustedes se imaginaran la mirada que le di) y arranco como un radio a decir cosas, ciertamente ahora mismo yo no recuerdo si eran en japonés, el caso es que me vi en la necesidad de pedir a alguien que hablara ingles…Señores, el mundo se esta acabando, yo rogando por que alguien hablara ingles!!!

Sale un individuo con el mismo “Konnicchiwa” de ahorita, acompañado de un idioma extraño para mis oídos, el creyó que me dijo algo en ingles y yo juraba que le había respondido en ese mismo idioma, pero su cara de loco y mi cara de espanto daban indicios de una total falta de comunicación, ya teníamos como cinco minutos en eso, cuando aparece otro individuo (salió del mismo sitio, para mi que ahí era que los fabricaban) dispuesto según el, a arreglar la situación.

Me di por vencida, ellos hablaban peor que yo (nunca lo hubiera imaginado) tire el pasaporte arriba del mostrador y me senté en el piso con la cara entre las manos, creo que se asustaron porque a los dos minutos apareció otro (se los dije) que por lo menos veía películas en ingles, al rato me dieron una llave, doscientos papeles y una tarjeta, por la forma en que di una vueltica tonta en el lobby se dieron cuenta de que sola yo no llegaba a ninguna parte y el ultimo en aparecer, se ofreció a llevarme a la habitación, tomamos el elevador, pasillo al fondo, viene llave, muchas gracias y cierro la puerta.

Padre mío, por que me has abandonado?

Yo se exactamente lo que sintió Jesús: Sin dinero del lugar, sin cigarrillos, con sed, con hambre, con dolor de cabeza, sin un conocido o desconocido a quien preguntarle nada y en Tokio, cualquiera se clava el mismo en la cruz, lo bonito era que yo tenia sueño y no podía ser, como me iba a acostar si era día, yo no he comido!!!!!!

Nada, me tire en la cama y al parecer Morfeo hizo de las suyas.

Cuando abrí los ojos, sinceramente yo no tenía la menor idea de donde estaba, cuando prendí la televisión y vi mi primer comercial nipón, fue que vine a caer en cuenta , algo tenia que hacer, porque estaba a punto de entrar en crisis, me bañé, tomé la llave de la habitación y salí a desandar por el lugar.

Sube escalera y baja escalera con la mirada perdida, sin rumbo fijo ni dirección aparente, la más fiel estampa de una huérfana con madre viva, me paro frente a un jardín que había en el instituto , cuando de repente mis oídos reconocen una melodía casi olvidada…el idioma de Cervantes, yo pensé que estaba alucinando, pero no!!! Eso era español, se escuchaban varias tonalidades y acentos.

De donde viene el sonido?,Donde están que no los veo?, como canino entrenado de la DNCD, me mande escaleras arriba siguiendo la pista a esas voces que cada vez se escuchaban con mas claridad y Zasss, míralos ahí, que lindo grupito, cinco seres humanos juntos hablando español.

Me acerque al grupo con mi cara de lo más natural y con una alegre sonrisa ( eso creía yo, después me dijeron en una de las tantas fiestas que armamos, que esa noche entre la cara de la niña del exorcista y mi cara no había la menor diferencia) diciendo: Hola, Buenas noches, como están ustedes, mi nombre es Katia, soy de República Dominicana bla, bla ,bla ,bla ,bla ,bla ,bla, bla, bla, bla, bla todo junto y sin respirar, ni dando chance tampoco a que nadie me contestara, nada más me falto bailar una mangulina, como supondrán asuste al grupo.

Cuando le pregunto al menos atemorizado, donde puedo cambiar dinero me dice con su tonito: Vale, creo que hoy no podrá ser, ves, mañana te pasas por el banco que esta dos cuadras mas acá de la tienda que esta mas arriba … casi le brinco, volteo la cabeza y le pregunto a la otra: Y de casualidad puedo sacar dinero de la tarjeta que me dieron? a lo que me responde muy sacada de situación: Sabes algo, creo que no podes a estas horas, los cajeros están abiertos hasta las 21 horas... Que desgracia!!!, giro la cabeza sin voltearme y le pregunto a la otra: Y entonces? y ella dice: Y entonces que? te fregaste, ya esta, hasta mañana no pasa nada… ahí empecé a caminar por el techo, en ese preciso instante fue cuando aviste (al revés) a otro que llegaba y se prendieron las alarmas, esa cosa roja que sobresalía en su camisa era una cajetilla de Marlboro o yo no me llamaba Regan, supongo que por la mirada fija y penetrante que le lance no le quedo más remedio que brindarme un cigarrillo, el cual pretendía prenderme privando en educado , le corte los ojos y dije: Buenas noches…nos veremos por ahí.

Ese ha sido el cigarrillo que mas ha durado en la historia moderna reciente, cuando llegue a la habitación lo prendí, un humito y lo apague, me entre a bañar para acostarme y cuando salí lo prendí, un humito y lo apague, me acosté y casi lo guardo en la caja de seguridad.

Como comprenderán mi ciclo de sueño y mi cerebro estaban fuera de su centro, como a las dos horas me levante otra vez, por el ruido de mi estomago, que hambre madre mía!!!!

Miraba el cigarrillo, pero los humitos estaban contabilizados: uno en la mañana temprano, otro cuando me cambiara y el ultimo antes de salir de la habitación, pero que va!!! Era pedir demasiado, me baje de la cama y me pare en el balcón, a los dos minutos ya estaba llorando como si me hubiera botado un novio con el que me casaba en navidad, en medio de los hipidos, saque un botella de ron que había llevado de regalo (era para regalársela a quien sea, pero tenia que llevar presentes, a ese país uno no se aparece con las manos vacías) la abrí , me serví en la tapita y prendí el cigarrillo dispuesta a morir, pues nada me importaba en ese momento, que rayos hacia yo tan lejos de mi casa, me decía una y otra vez.

A lo lejos, el edificio de Microsoft con sus luces de las oficinas apagadas era un reflejo de mi agonía y ahí me quede, la noche entera me la pase en ese balcón: Lejísimo de mi casa, sola, sin comer, sin un yen y sin cigarrillos.

Y todavía se atrevieron a preguntarme el grupo de descarados esos, que: Que hacia yo a las once de la mañana sentada en una acera,con una botella gigante de Coca Cola y un paquete de cigarrillos, con dos cajetillas abiertas.

Sumimasen, pero hay cosas que mejor no se preguntan.

Arigato gozaimasu, Sosoro shitsurei-shimasu a mis obligaciones cotidianas.

Sayonara.

lunes, 23 de junio de 2008

Hajimemashite, Katia Duvergé Desu : Primera Parte.

Por cosas del destino fui a parar a Japón, algo que todo ser humano sueña con hacer alguna vez en su vida, obviamente cualquier otra persona (normal) la hubiera pasado súper durante el viaje, pero yo arrastraba un antecedente gravísimo y deprimente, me habían suspendido al igual que a todos los productores en RNN y esta vez el show lo armé en el hotel donde pernocte antes de tomar mi vuelo hacia la tierra del sol naciente.

Yo se, uno debe ser más cuidadoso con sus pertenencias, pero recuerden que se trata de mí, lo que paso fue lo siguiente: sacando la maleta de la habitación se cerró la puerta, quedándose dentro de la misma, mi cartera y la tarjeta para abrir la bendita puerta ,baje al lobby para pedir ayuda, allí estaba apostada una afro americana grandísima (que me miro muy feo desde el principio) en mi ingles mas nice, le explique (eso creo yo) lo sucedido, puso cara de chiva crazy y me dijo: I don’t understand… el pipo… pero nada, le explico de nuevo (me lo seguía creyendo) ahí no me gusto su actitud, porque hablo como medio rápido y yo como que entendí: quítate de ahí, seguido por un latinos no se que, eso fue lo ultimo que escuche.

Ustedes se imaginan lo que paso después, verdad? Se me metió el espíritu de Fefita y el escándalo fue mayúsculo, exigí la presencia mas rápido que inmediatamente de un encargado, en unos decibeles un poquito más alto de lo que manda la buena educación cuando uno esta en casa ajena y creo que de mala forma (en español, por supuesto y sin usar palabras feas) les cuento que la morena cayo como en trance y zass que aparece una mexicana que al escuchar los alaridos me pregunta que pasa? , con su respectivo: mande.

Nooooooooooo!!!!!!!!!, yo no quiero hablar con usted!!! búsqueme al encargado de este lugar, a los cinco minutos aparece una colombiana, por suerte no tenia que hablar en lenguas, le conté todo lo que me había pasado incluido el boche que me dio la morena, al parecer ella estaba acostumbrada a tratar de esa manera a los latinos, para su mala suerte se topó con una isleña de igual mal caracter, la muy descarada le decía a la colombiana en mi propia cara que yo estaba equivocada que al parecer yo no la entendí bien, que como no dominaba el ingles tal vez la mal interprete (pero que fatal y canalla) y yo por otro lado decia en español: no seas jabladora!!!, la mexicana te oyó, no lo niegues..etc, etc, etc.. .creo que la colombiana sabia que yo la entendí perfectamente, conclusión: Ella misma tuvo que ir a la habitación con uno de los de seguridad del hotel y bajarme lo que deje…ta bueno, por abusadora.

Paso seguido, después de muchos sorrys, me fui a la parada que estaba fuera del hotel, cuando llego el bus de aeropuerto, no me pude aguantar, metí la maleta y le dije al chofer : Sorry, I need a second, please. I forget something inside the hotel”, con una agradable sonrisa me dijo: No problem.

Me metí en el hotel, me pare en lobby, ahí estaba ella, la mire fijamente con cara de cobrador y delante de la people le increpe un inconfundible: BITCH, no me miren así que se lo gano y además en inglés las palabras feas no se oyen tan mal.

En fin, llego al aeropuerto, me dejan en el counter de JAL, todo muy bonito, muchos japonenes finos, educados, maleta dentro, a fumar fuera, minutos más later me encaramo en mi avión, no sin antes fotografiar mentalmente al nipón que me quedaba al lado (para caerle atrás en el aeropuerto y saber donde iba a buscar mi maleta…vieron que truco tengo, aprendí después de muchas!!!)

Lógicamente yo no tenia la menor idea de que tan largo era ese viaje, comí como tres veces, dormí, vi televisión, oí música, me pare, dormí otra vez y en la pantalla que informaba por donde íbamos como el avioncito no se movía, sabrá dios cuanto tiempo mas tarde aterrizamos en el Aeropuerto Internacional de Narita, salgo detrás de mi japonés, recojo maleta y salgo de inmigración.

Que duro, que lugar tan grande y yo sin la mínima idea de cómo salir de allí, cabe señalar que en la JICA me entrego un mapa, pero eso no es suficiente debido a mi total y absoluta falta de orientación, sin importar el lugar donde me encuentre.

Di mas vueltas que un LP y todo lo leía en kanji, ya tenia los ojos aguados cuando un japonés me agarro por el hombro (les juro que pensé, ya si me embrome, me devuelven para la isla) y cordialmente me dice: Katia Duvergé ( que se escucho rarísimo) yo asentí y me incrstro una calcomanía en la camiseta que decía mi nombre y NHK-TCI , ahí respire y sonreí…pero poco, con esa gente uno no sabe nada y a mi me daba la impresión por la carrera que armamos que yo había descompuesto el schedule, me subieron a un bus, a mi lado una ingeniera en procesamiento de alimentos, o algo así , oriunda de Bogotá (y dale con los colombianos!!) que iba al instituto de Yokohama, me cuenta que me esperaron mucho rato y que estaban preocupados, porque en la línea decían que yo tenía aproximadamente 45 minutos que había bajado del avión!!! Que asco, hasta sabían los nipones el rato que yo tenia en el limbo.

En el bus me pregunta (con su acento bogotano) que si cambie dinero, me quedo mirándola y le respondo: a donde mi hija?, yo estaba perdida en la galaxia!!!, hablamos de nuestras respectivas tierras y llegamos a la estación de bus, aun mi viaje no terminaba…

En la estación de bus mi anfitrión me sube a un taxi, monta mis maletas y arrancamos de nuevo, estaba mirando el paisaje por la ventana del vehículo, cuando de repente me percate de algo: era de día y yo salí de día, ósea…ahí empezaron mis verdaderos problemas.

El panorama no podía ser más desalentador: más lejos que el pipo de la isla, sin cigarrillos, sin un yen arriba (por que nunca cambie mis dólares en el aeropuerto como estaba escrito con dibujito y todo, en las instrucciones que me dieron una semana antes) y para colmo con la sombra del jet lag siguiéndome los pasos, lo que me convirtió en una especie de bomba de tiempo humana y los ingredientes eran: Fatiga,Cansancio,Confusión en la toma de decisiones o al hablar ,Falta de memoria ,Irritabilidad y Apatía…que bonito!!!!! Como si a mí, precisamente, me hiciera falta el detallito.

Y todavía faltaba lo peor, luego sabrán como pase mi primera noche en Tokio.

Sayonara...

To be continued